jueves, 21 de junio de 2018

El corredor que escuchaba a Max Richter


Es viernes,
primera hora,
menos gente
en el camino.

Asciendo
ligeramente
hacia mi centro
de trabajo,
en bicicleta.

Observo a lo lejos
el techado 
del velódromo.

Estamos en uno
de esos días
que anuncian
el inminente 
verano.

Un manto de flores
de falsas acacias
alfombra 
el recorrido.

Me cruzo,
como siempre,
con un corredor
que baja
en sentido
contrario.

Su figura es
reconocible.

Delgado,
enjuto,
con una leve
cojera
y las piernas
muy finas,
recordaría
a un don quijote.

No hemos
intercambiado,
nunca,
un solo gesto.

Hoy, tengo
la sensación
de que a su
manera,
de soslayo,
me ha dirigido
un imperceptible
signo de
reconocimiento,
apenas una mueca,
parecida a una
sonrisa.

Complacido
por ello,
en el albor
de esta nueva
mañana,
he querido
pensar que,
mientras
me deslizaba
por el asfalto
amarillento,
envuelto
en el oleaje
del sueño
número ocho,
él iba también
escuchando
la música
de Max Richter.

   Francisco Fernández Meneses
                           (18-6-2018)

miércoles, 20 de junio de 2018

El curso se acaba


El curso se acaba, mientras las hojas amarillas o naranjas de las falsas acacias alfombran los caminos del ‘Parque de Cabecera’. El curso se acaba y habrá sido, muy probablemente, el último que haya impartido por completo. Es el momento de dar forma definitiva a un proyecto vital y poético que lleva el mismo nombre que este blog.

Silencio, se rueda. Chist... 

Se busca editor.